Es posible que algunos lectores no hayáis oído hablar de la tarifa plana de Twitter, bien porque es un concepto de marketing demasiado reciente o, quizás, por el simple hecho de que no está activado más allá de Estados Unidos.

Qué es la tarifa plana de Twitter

La tarifa plana de Twitter consiste en una suscripción publicitaria de 99 dólares al mes, por la que tanto el perfil como los tweets de ese perfil obtienen una prioridad y son mostrados con mayor asiduidad a un público potencialmente interesado.

Es una tarifa plana porque no influye ni la cantidad de veces que aparece el contenido promocionado, ni los resultados estratégicos que ofrezca, tanto buenos como malos. El coste seguirá siendo siempre de 99 dólares al mes y siempre mantendrá el mismo nivel de actividad.

Ventajas de la tarifa plana de Twitter

Como es lógico, que se priorice tanto un perfil como las publicaciones que se realizan en él, aporta mayor visibilidad, con lo que es más posible conseguir seguidores e incluso ventas dependiendo del negocio.

El coste fijo también es una ventaja, pues si bien en caso de fracaso promocional no saldría rentable, es poco probable que el gasto realizado no sea reflejado con una promoción efectiva por parte de Twitter, al menos cuantitativamente.

Desventajas de la tarifa plana de Twitter

Una de las mayores desventajas es la falta de control. Nadie puede controlar la estrategia ni del perfil ni de las publicaciones que son completamente gestionadas por Twitter, en base a sus propios criterios.

De esta forma, los anunciantes pierden un gran poder de control y, por tanto, es posible que los responsables de la red social no sean capaces de identificar mejor que ellos la estrategia promocional que requiere su sector y sus publicaciones.

En todo caso, desde Twitter intentan calmar a los indecisos argumentando que sí existe un algoritmo que busca los intereses potenciales de perfiles a los que se muestra el contenido destacado y con mayor frecuencia.

Además es bastante curioso que está dirigido sobre todo a perfiles individuales, nada de empresas ni por tanto ningún perfil relacionado directamente con ellas. Es como si estuviese pensado directamente para influencers o perfiles de usuarios que quieren llegar a serlo.

Por último, como es lógico, la implantación progresiva es una clara desventaja, dado que nos es imposible probarlo y, por tanto, todavía no podemos conocer su verdadera alcance en otros países.