Es posible que hablar de la realidad virtual parezca un poco desproporcionado con respecto a un negocio, sobre todo cuando se trata de alguna pyme o startup. Pero en realidad es un recurso de marketing que se persigue desde hace muchos años, no es tan costoso como se piensa y sus aplicaciones son muy diversas.
Mucha gente identifica la realidad virtual como un entorno digital paralelo al nuestro con múltiples posibilidades. No obstante, cuando hablamos de realidad virtual comercial, nos centramos en la superposición de un espacio existente y digitalizado, en el que el usuario solo puede realizar unas limitadas interacciones, al menos de momento.
La visita virtual y el marketing
Este concepto deriva hacia la oportunidad promocional de que los usuarios puedan ver de primera mano algún producto o servicio que, de otra forma, sería imposible descubrir o explicar visualmente.
Hace años se aproximó la idea con el desarrollo tecnológico de visitas virtuales. No es una tecnología tan diferente. Consiste en la superposición de imágenes que simulan estar viendo en primera persona lo que se está mostrando, un recurso muy útil sobre todo en el ámbito del alojamiento.
Aplicaciones de la realidad virtual
La mejor simulación digital del espacio y la mayor interacción del usuario, presentan con muchas más ventajas a la realidad virtual. Algunas aplicaciones prácticas son obvias, como el sector hotelero o las promociones inmobiliarias.
Con esta tecnología, los usuarios pueden estar virtualmente en estos espacios, sin tener que moverse de la oficina de venta o desde su casa, en función de hasta dónde se haya extendido el servicio de realidad virtual.
Otros sectores que están aprovechándolo es el de los cruceros y las agencias de viaje, dado que es la mejor aproximación a la experiencia que pueden vivir realmente los clientes potenciales. Dado que la presentación mostrará obviamente lo mejor de todo un viaje de este tipo, la motivación por contratarlo crece considerablemente.
No obstante, también es aplicable la realidad virtual a la venta de productos físicos. Identifican desde hace tiempo, que el conocimiento visual de un producto es condicionante para afianzar su interés en él. Por eso tienen tanto éxito las galerías de imágenes detalladas o los unboxing de YouTube.
La realidad virtual permitiría descubrir un producto a la venta, sin necesidad de que el usuario tenga que acercarse a la tienda física (si la hay), lo que potenciará su motivación de compra si se le gusta lo que ve y, en el caso de los e-commerce, multiplicará las posibilidades de convertirla en venta.