A la hora de venderse comercialmente a clientes y también hacia otros profesionales, uno de los valores más importante es el de la experiencia.
Todo el mundo quiere trabajar con una empresa que tenga años de conocimiento sobre el sector, con profesionales que tengan una trayectoria laboral y, además, que todo estuviera certificado oficialmente.
Ahora bien, ¿cómo ofrecer esa garantía promocionalmente para aprovecharla con fines comerciales?
La experiencia de la compañía
Un valor que no se puede controlar es el de la experiencia de la compañía. Va a depender completamente del año de fundación de la empresa.
Si su año de inicio es demasiado cercano, será un valor que no podremos utilizar. Una experiencia de 3 o 4 años no puede ser promocionalmente atractiva, debería tener más antigüedad.
A la hora de aprovecharlo, es importante hacerlo con valores completos. Más de 5 años, más de 10 años, más de 25 años… Estos valores son los que sí pueden aprovecharse promocionalmente para transmitir garantía y confianza con la empresa.
La experiencia de los profesionales
Más asumible es promocionar la experiencia de los profesionales que forman parte del equipo de trabajo.
Lo normal es que una empresa cuente con profesionales que han estado en compañías anteriores. Esa experiencia se puede utilizar comercial y promocionalmente.
Aprovecha la media de los trabajadores o apóyate sobre quienes tienen más experiencia. No es difícil ofrecer taglines promocionales como “Profesionales con más de 30 años de experiencia”.
Este valor va a ofrecer garantías a tus clientes y proveedores, pero debe ser realista. Si te apoyas en esa experiencia para ofrecer el trabajo que realices, tendrás que aprovechar la participación de esos profesionales en las partes del trabajo donde deban demostrar esa experiencia.
Certificación oficial de la experiencia
En los últimos años, la especialización profesional tecnológica ha requerido que los profesionales certifiquen este conocimiento.
Esto ha traído buenas y malas noticias al marketing profesional. Las buenas son que en realidad se asocia la experiencia a la obtención de este certificado. Lo importante es contar con el sello, logo o firma que garantiza que se tienen esos conocimientos y esto es lo que los clientes van a valorar.
La mala noticia, obviamente, es que hay que conseguir esta certificación y normalmente esto supone coste de tiempo y de dinero para la empresa.
Sin embargo, es una inversión que se puede realizar. La experiencia temporal no se puede comprar, hay que esperar que pase el tiempo y contar con profesionales que puedan ayudarnos en ello. Sin embargo, los certificados son asumibles para cualquier empresa y representan un impulso promocional muy importante.