Con cada vez más frecuencia, las grandes empresas aprovechan las estrategias de marketing basadas en influencers, con el fin de llegar al mayor número de usuarios posible. Sin embargo, los últimos casos de crisis de reputación online y polémicas consecuentes de las mismas, han hecho que este tipo de campañas sea mucho más complicadas de abordar con éxito.

En este artículo identificamos los elementos más necesarios y aprovechables para que la estrategia de una campaña con un influencer pueda realizarse con éxito.

Escoger el influencer correcto

El primer paso de todos es escoger al influencer adecuado a la campaña concreta. Debemos analizar todos los factores que intervienen en la ecuación porque no todos los influencers son adecuados para cada tipo de campaña, producto o marca.

El influencer y, también, los millones de seguidores que probablemente tendrá, tienen que estar en consonancia potencial con los intereses de la empresa. No tiene sentido promocionar un producto no vinculado a usuarios jóvenes, escogiendo al influencer que tiene el público potencial de menor edad.

Marcar las pautas de promoción

En el contrato de promoción por influencer deben marcarse claramente todas las pautas, pero principalmente una relación directa entre la actividad profesional y de comunicación del influencer con los intereses comerciales y, sobre todo, la filosofía corporativa de la compañía.

Alguna de las polémicas más importantes ha tenido relación directa con lo que los influencers han opinado en relación a una marca o a otros productos que podrían haber afectado a la rentabilidad de dicha marca.

Estos casos se han zanjado casi de forma similar todos ellos, mediante la anulación contractual de la promoción, lo que echa por tierra tanto la campaña, como los logros conseguidos y, por descontado, los objetivos que se habían planteado conforme a ello.

El influencer como embajador de la marca

Si la campaña promocional tiene suerte, hay que tener en cuenta las consecuencias derivadas de la misma. Lo mejor es poder contar con el apoyo del influencer incluso con el paso del tiempo. Para ello se ha creado la figura de embajador de la marca.

Un influencer como embajador de una marca, mejora considerablemente los logros obtenidos por una campaña puntual. Con esta figura, el influencer deriva toda su comunicación hacia un apoyo de la marca y, en consecuencia, los seguidores se transforman de manera automática en clientes potenciales de este producto y de futuros que saque la compañía en comercialización.