Generar hype es un término de marketing asociado a la expectativa. Básicamente es la motivación del consumo de un producto que todavía no ha salido a la venta, ni siquiera ha podido ser analizado por la prensa o crítica especializada, así que sólo se cuenta con la palabra de la propia empresa y con algunos influencers contratados para su promoción.
En ocasiones se puede generar más hype con contenido audiovisual, muestras del producto, teasers conceptuales o incluso breves sonidos sobre todo en lo referente a la industria musical.
Hype como algo positivo
El Hype es comentado como algo negativo en muchas ocasiones, más por frustración de no poder consumir en ese mismo momento el producto que porque verdaderamente sea contraproducente.
En realidad la expectación que llegue a un nivel como éste es deseada por cualquier empresa. Si cumple las expectativas, los índices de venta serán considerablemente superiores a los obtenidos por medio de cualquier otra promoción publicitaria, dado que no sólo se consigue vender la calidad de un producto, sino la necesidad y deseo de adquirirlo. Es la propia compra lo que satisface el hype generado, decir «ya es mío».
Hype como algo negativo
El Hype es un arma de doble filo. Genera unas expectativas altas y, lamentablemente, en la mayoría de ocasiones no consigue satisfacerlas. Esto tiene unas posibles consecuencias, siendo la desconfianza hacia la marca la más grave de todas ellas.
Es posible que el producto aproveche el Hype y se venda por encima de las cifras planteadas en un inicio por la empresa, pero los siguientes productos no gozarán de la misma facilidad de venta. De hecho, contarán con un nuevo obstáculo que es la desconfianza del consumidor, muy difícil de superar sin un producto que realmente demuestre tener la máxima calidad.
Por otro lado, depende del producto pero en muchas ocasiones, sobre todo aquellas referentes a productos tecnológicos, prometer algo que no es motiva la devolución del producto, lo que conllevaría a un índice final de beneficios mucho menor del esperado. Unido además al hecho de que en ambos casos se obtiene desconfianza de los clientes.