Cuando una estrategia de marketing tiene que promocionar algún desarrollo, servicio o producto derivado de una empresa que tiene a su favor la evolución tecnológica, la competencia es feroz.

Por esa razón, los valores añadidos incluidos en esta promoción, influirán de forma considerable en la aceptación y el interés de los usuarios y potenciales clientes.

A continuación identificamos 3 de estos valores tecnológicos, que a menudo son utilizados en estas estrategias de marketing:

Actualización del servicio

En el caso de que no hayamos podido convertirnos en pioneros de un desarrollo digital, lo cual es por otra parte muy lógico, esto no implica que no se deba aprovechar la evolución del sector propiciada por otros.

En la telefonía móvil es fácil entender esta estrategia. Si bien no todos los terminales han sido los impulsores de la doble cámara fotográfica, muchos se han sumado a ella, igual que a la pantalla total o a la seguridad de la huella digital.

Con esta actualización del servicio de nuestro producto o empresa, demostramos estar a la vanguardia del sector y poder ofrecer al cliente lo último en tecnología que está buscando.

Garantizar la seguridad digital

La inversión en seguridad digital ofrece una gran rentabilidad, siempre que se promocione entre los usuarios interesados.

En la actualidad la seguridad informática y digital está siendo cada vez una preocupación mayor entre los usuarios, por lo que la garantía de un uso seguro de nuestro desarrollo, de la privacidad de los datos de una compra realizada por Internet, son valores que los clientes van a tener en consideración.

De esta forma, los usuarios siempre priorizarán un servicio que ofrece una total seguridad en su aprovechamiento, frente a otros que no presentan esta seguridad digital.

Número de usuarios

El interés de otros usuarios siempre motiva el de nuevos clientes. Si registramos un incremento en el número de seguidores, compradores o suscriptores, debemos promocionarlo, porque es uno de los valores que más motiva a conseguir incrementar dicha cantidad.

Por descontado, la conversión no es el único objetivo, sino que debemos mantener a estos nuevos usuarios, por tanto el valor de nuestro producto o servicio no solo debe estar siempre presente, sino evolucionar de forma positiva.

En todo caso, si hemos conseguido un incremento de usuarios o clientes, es bastante probable que lo que estemos ofreciendo, al menos de momento, sea considerado óptimo por todos ellos y nuestra función solo deba ser la de mejorarlo.