Un mercado de nicho es aquél que está enfocado a la comercialización de un producto, servicio o especialidad en concreto dentro de un sector más grande. Aunque por definición su rentabilidad no puede ser a rasgos macroeconómicos superior a la de su sector matriz, sí puede presentar a las empresas cotas de rentabilidad superiores que si intentan abarcar el sector completo en su globalidad.
Entre otras curiosidades de los mercados de nicho, es el marketing el que más estudios recibe, dado que es el responsable de la alta rentabilidad de este tipo de inversiones. La razón se encuentra en que es notablemente distinto con respecto a cualquier otra estrategia promocional de otro sector.
El marketing focalizado
Por una parte, el marketing aplicado en estos mercados debe estar focalizado hacia los usuarios o clientes potenciales del mismo. Esto supone dos cosas. Por un lado que no es necesario generalizar, dado que se está intentando promocionar un producto entre usuarios concretos del mismo, con sus propios gustos, intereses y estilos, incluso aunque sean considerablemente más radicales que los del resto del sector global.
Por otro lado, focalizar la comercialización hacia un tipo de público en concreto permite simplificar la estrategia hacia estilos y características de ese nicho, lo que minimiza la dificultad promocional y eleva las garantías de éxito.
La reducción de entornos promocionales
Otra de las característica del marketing en un mercado de nicho, es que debe concentrarse específicamente en aquellos entornos donde promocionalmente pueda disfrutar de cierta rentabilidad.
A nivel presupuestario es un considerable desahogo estratégico, dado que es mucho más fácil centrar la inversión en pocos entornos. Por otro lado, también permite una creatividad más simplificada en términos de inversión, que no en concepto dado que a este nivel sigue manteniéndose con la máxima exigencia.
Menor competencia, mayor riesgo
Al ser un mercado de nicho, la competencia es obviamente mucho menor. Esto supone una ventaja competitiva importante en varios ámbitos, pero también exige un mayor riesgo a nivel promocional, dado que la menor oferta implicará una decisión más cerrada por parte de los usuarios.
En estos casos, el objetivo prioritario es ser irremediablemente el primero en cualquier acto publicitario, dado que a diferencia de otros sectores más amplios, si no conquistamos los primeros a los clientes la competencia podría abarcar un porcentaje de la demanda demasiado grande de forma muy rápida.