Tras el mailing o correo comercial postal masivo, llegó el emailing, que era el mismo concepto basado en el correo electrónico. Posteriormente y debido a las limitaciones de este sistema se desarrolló el newsletter. Y, en la actualidad, es el mejor sistema comercial que existe para envío a través del correo electrónico.
Las razones por las que el newsletter no sólo no muestra signos de agotamiento, sino que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos y disfrutar de cierta revitalización, son varias. Analizamos aquí las más importantes:
Un mayor potencial gráfico
Las conexiones a alta velocidad y la mejora en el peso descargable desde los dispositivos que utilizamos a diario para leer el correo electrónico, nos permite ofrecer archivos gráficos e interactivos mucho más pesados que antes.
Esto en términos gráficos supone un mayor atractivo basado bien en el detalle del anuncio comercial o en la espectacularidad del mismo.
Esta mejora gráfica es una de las mayores razones por las que el newsletter no sólo sigue siendo efectivo, sino que ha aumentado considerablemente su ratio de conversiones con respecto a los destinatarios de los correos enviados.
Total personalización del envío
El newsletter permite al emisor escoger el día y la hora de envío. A diferencia de paquetes de emailing, esto se puede configurar de forma masiva, escalable o personalizada.
De hecho es este factor, el de personalización, el que muestra mayor efectividad. Conseguimos gracias a él dirigirnos a un público concreto, incluso a usuarios determinados, en función de valores que tenemos indicados en nuestra base de datos, como cuántos días hace que no compra en nuestra tienda online, si es su cumpleaños, si se encuentra en un lugar donde es festividad próximamente, etc.
Sistema analítico completo
Además de los datos de los usuarios antes del envío, también los tenemos posteriormente, lo que probablemente sea aún más interesante.
Gracias a esta información, podemos saber cuándo un usuario es más proclive a abrir un newsletter o dejarlo cerrado para la posteridad. Igualmente sabemos si ha hecho clic en algún elemento enlazado o bien no ha interactuado con el newsletter y, por tanto, deberíamos establecer mejoras.
Y así sucesivamente, con información de primera mano sobre lo que ha llamado la atención de nuestros clientes/usuarios potenciales y lo que ha pasado desapercibido o ha sido rechazado.